Las marismas del Guadalquivir jugaron un papel clave en la historia de la caza en España desde que en el año 1262 Alfonso X El Sabio incorporará el coto de la Rocina al patrimonio de la corona cristiana.
Ya antes de él, Almanzor acudía a este territorio a por caballos salvajes con los que abastecer a sus huestes de monturas para sus razias por el Norte de la Península.
Ya antes, el mítico reino de Tartessos, al que Hércules llegó desde Atenas a robar los primeros uros domesticados por el rey Gerión, jugo un importante papel en la Historia de la Humanidad hace 3.000 años.
